Parecía increíble cuando a este muchacho lo contrataron, con todos sus derechos, en el programa Sé lo que hicisteis y resultó que daba el papel más o menos.
Pero ahora, en Torrente IV, la masa ruge cuando aparece Kiko y se reconoce en uno de los mayores iconos de la estulticia que ha dado la España de hoy. Hay una parte de nosotros que vibra con la sola mención de su nombre. Es así. Cuidado, hablamos del icono, de la imagen pública, no de la persona, que, francamente, nos importa lo normal. ¿Y qué decir de Belén Esteban? ¿Y de Risto Mejide? ¿Y de la si par pelea entre John Cobra y Batu?
Es mejor ir a verla si no lo has hecho ya.
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